Mantenimiento de Placas Solares: cómo realizarlo

El abaratamiento de los paneles solares fotovoltaicos y el fin del llamado “impuesto al sol”, que gravaba el uso de la energía solar en el ámbito doméstico, ha traído consigo una eclosión del uso de energías renovables en nuestro país. Muchos ciudadanos han instalados paneles en sus hogares para producir su propia energía eléctrica e incluso, en algunos casos, poder vender los excedentes a las compañías distribuidoras. En este post te vamos a explicar cómo hacer el mantenimiento de las placas solares, para que tu instalación de autoconsumo no pierda su eficiencia y sea segura.

La instalación de placas solares es una inversión que se amortiza rápidamente. Además de poder beneficiarnos de posibles incentivos fiscales como la reducción del IBI o la bonificación del impuesto de instalaciones y obras, las ventajas de la energía fotovoltaica son muy importantes: por un lado, conseguimos un fuerte ahorro de nuestra factura de la luz porque podemos generar gratuitamente gran parte de la energía eléctrica que consumimos; por otro, estamos contribuyendo a la mejora de la salud de nuestro planeta, ahorrando el vertido de toneladas de gases de efecto invernadero.

Mantenimiento de placas solares

La instalación de energía solar se compone de una serie de elementos eléctricos, electrónicos y mecánicos que están diseñados para durar muchos años. Pero son instalaciones complejas que requieren de un mantenimiento, sin el cual se acortaría notablemente su vida útil y perderían eficacia.

No son instalaciones complejas, si bien se deterioraría notablemente su vida útil y su eficiencia si no hacemos un correcto mantenimiento.

Los mantenimientos que tenemos que hacer en una instalación de energía solar los podemos dividir en dos grandes grupos: mantenimientos preventivos y mantenimientos correctivos. A continuación, te explicamos en qué consiste cada uno de ellos.

Mantenimientos preventivos

El mantenimiento preventivo es el que se efectúa para que no se produzcan daños. Son labores básicas de revisión, limpieza, entre otras, encaminadas a que no se averíe ningún elemento de la instalación y a que esta funcione de una forma óptima. Serie el equivalente a los chequeos y cambios de aceite y filtros de nuestros vehículos.

Los mantenimientos preventivos pueden ser realizados por personal especializado, aunque también cabe la posibilidad de que los haga el propietario de la instalación siguiendo una serie de pautas mínimas de seguridad, a fin de evitar daños personales o a la propia instalación. Las labores de mantenimiento preventivo que tenemos que hacer son:

Limpieza de los paneles

Cada dos o tres meses, dependiendo del entorno geográfico en el que nos encontremos, es imprescindible limpiar los paneles solares, que suelen acumular mucho polvo y suciedad que reducen su eficacia generadora. La limpieza se puede hacer con trapos y agua limpia, no hay que utilizar productos abrasivos ni estropajos que puedan deteriorar el panel.

Inspección visual del estado de los paneles

También cada dos meses, coincidiendo con la limpieza de paneles, habrá que hacer una inspección visual del estado de los paneles. Tenemos que fijarnos en posibles deformaciones que pueda presentar el panel y los marcos de la placa solar.

Comprobación de soportes

Cada seis meses es necesario comprobar que la estructura que soporta los paneles solares sobre la cubierta se encuentra en perfecto estado. Será necesario revisar los anclajes y hacer los reapretes de la tornillería que se encuentren en mal estado.

mantenimiento de placas solares

Comprobar puesta a tierra

Es necesario comprobar que la puesta a tierra funciona bien. Hay que saber si el nivel de resistencia potencial de la puesta a tierra es el adecuado, y si no habrá que hacer un tratamiento correctivo. Este trabajo solo lo puede realiza un profesional. La puesta a tierra es fundamental para la seguridad de nuestra instalación eléctrica ante posibles sobrecargas o cortocircuitos.

Comprobar estado de los inversores

Se debe realizar cada seis meses. Los inversores son los componentes más delicados de la instalación fotovoltaica. Es necesario asegurar la estanqueidad del armario donde se encuentra el inversor, para prevenir la entrada de agua y polvo. También hay que limpiar el posible polvo acumulado en los disipadores de calor. Hay que hacer un reaprete de las conexiones y de las bornas. Es importante revisar la lectura de fallos y errores que han quedado registrados en el inversor. La comprobación del estado del inversor solo la puede hacer un técnico cualificado.

Inspección de los sistemas de protección

Se recomienda hacer al menos una vez al año. Consiste en la comprobación visual y prueba de que funcionan correctamente todos los elementos de protección de la instalación: fusibles, seccionadores, interruptores de protección de corriente y botón de parada de emergencia.

Mantenimientos correctivos

Se debe realizar siempre por un instalador cualificado. Consiste en la reparación o sustitución de aquellos elementos averiados de la instalación fotovoltaica.

Los mantenimientos correctivos pueden venir motivados por distintas señales de avería que indican que la instalación no está funcionando bien. Las posibles averías pueden ser:

  • Pérdida notable de energía generada. Puede indicarnos la avería, rotura o desconexión de algunos de los paneles. Habrá que repararlo o sustituirlos cuando sea necesario.
  • Avería del inversor. Si el inversor no funciona, no se hará la conversión de corriente continua (que es la que producen los paneles fotovoltaicos) a corriente alterna, que es la que utilizan los electrodomésticos de nuestro hogar.
  • Averías en los equipos de protección. Si se averían los sistemas de seguridad (fusibles o diferenciales) es necesario su sustitución inmediata.
  • Mal funcionamiento de la puesta a tierra. Es vital para garantizar la seguridad eléctrica de nuestro hogar. La puesta a tierra deberá ser reparada urgentemente. Puede ser necesario sustituir la pica de tierra, el cableado de evacuación de la corriente o un enriquecimiento de la tierra para mejorar su conductividad.
  • Deterioro de las baterías acumuladoras. Si es el caso, que nuestra instalación fotovoltaica cuente con baterías para acumular energía para que sea empleada cuando no hay luz solar, será necesario repararlas o sustituirlas.

Las instalaciones solares fotovoltaicas son una gran inversión que se amortiza rápidamente. Si realizamos correctamente el mantenimiento de placas solares que hemos explicado en este post, estarán muchos años con nosotros y contribuirán a reducir nuestra factura eléctrica. También estaremos haciendo una gran contribución al medio ambiente.

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